El pasado domingo 15 de julio hemos dado inicio a las Convivencias Vocacionales, año 2012. Ha sido un primer encuentro, el que nos introduce en este proceso que quiere ser ayuda para el discernimiento vocacional de nuestros jóvenes, y de modo particular, de aquellos que tienen inquietudes vocacionales hacia al Sacerdocio. Efecto de la invitación hecha por mediación de los sacerdotes de nuestra diócesis o por la iniciativa de los mismos muchachos que buscan despejar dudas, se contó con un buen número de asistentes desde tempranas horas de la mañana, incluso hubo un grupo de jóvenes de la parroquia Cristo Rey, El Guayabo, que se hicieron presentes un día antes, todo para estar desde el inicio. Sin duda, Dios bendecirá tan generosa actitud.
La Convivencia estuvo dirigida por los sacerdotes de ambos seminarios, tanto Menor y Mayor, y ayudada en el canto por el coro de nuestro seminario Menor. Se dio inicio a las 8.30 de la mañana con un momento de oración frente a Jesús Sacramentado, el amigo que llama. Este momento fue una especie de Lectio Divina, pues no se siguieron estrictamente los pasos que se sugieren, pero sí se buscó insertar a los jóvenes en una oración a partir de la Palabra de Dios. El texto orado tuvo como base la vocación profética de Jeremías (Jer 1, 5-10) y fue dirigido por el padre Carlos Enrique Barrera.
Luego se pasó a un espacio bajo la guía del padre Gustavo Adolfo Romero, en donde lo que más abundó fueron las dinámicas de integración. El Padre José Eduardo Chávez compartió el tema titulado “La Iglesia”, que les mostró a los jóvenes unas ideas introductorias sobre la estructura de la Iglesia y la diferencia entre clero diocesano y clero religioso. El padre Gustavo presentó, a su vez, un panorama histórico de nuestra diócesis y de nuestros seminarios diocesanos.
Al final de la mañana, se pasó a la toma de datos personales. El total de jóvenes asistentes rebasa la cifra de los últimos diez años en lo que respecta a una primera Convivencia Vocacional en nuestra diócesis, pues fueron un total de 49 jóvenes los participantes procedentes de las cinco vicarías de nuestra diócesis, superando incluso, al total global de jóvenes que hicieron el proceso el año pasado, el cual fue de 46. Estos no son solo fríos números sino personas, jóvenes que buscan respuestas para dar su respuesta. Dios siga enviando, pues, jóvenes decididos a seguirle y esperamos que la próxima Convivencia del domingo 12 de Agosto sea también un momento de encuentro y discernimiento.
