“Donde hay amor, hay futuro”. Son palabras que ha dirigido este jueves 14 de marzo, su Excelencia Monseñor José Elías Rauda OFM, a los fieles provenientes de las parroquias de la vicaría de San Vicente, durante la Eucaristía de cinco de la tarde que ha presidido en la catedral vicentina, como acción de gracias por la elección del nuevo Sumo Pontífice, el papa Francisco. Monseñor José Elías remarcó que el amor de Dios hace que la Iglesia se renueve y que el “Espíritu Santo va dando pastores y guías según las necesidades de cada tiempo”. “Cuando la Iglesia necesitaba de la cercanía del papa, envió al papa Juan Pablo que fue peregrino en el mundo; en una época relativista y confusa, envío a Benedicto XVI para indicar el camino de la verdad”, indicó. En este sentido, invitó a esperar del papa Francisco, luz para nuestra fe, ya que Dios no abandona a su Iglesia, porque la elección del sumo pontífice nace del amor mismo de Dios y “donde hay amor, hay futuro”. 
Este amor de Dios hace que la Iglesia vaya terminando etapas, pero ella misma no termina, por eso monseñor Rauda también dijo: “el pueblo que se conmocionó por la renuncia del papa Benedicto, es el pueblo que se alegró con la elección del papa Francisco”. El pueblo de Dios sigue adelante hasta el pleno encuentro con el Señor y Pastor Supremo de la historia, Cristo.
El texto del evangelio que monseñor Rauda tomó como base para su homilía, fue el texto de San Juan 21,15-17. Monseñor indicó que en el texto joánico se nos plantea la cuestión de la fe y el amor de Pedro: ante la triple pregunta de Jesucristo si le ama, Pedro da una triple respuesta positiva. Es esa pregunta que viene de Dios la que inquieta al ser humano, esa pregunta la que le hace profundizar sobre el amor verdadero, y por la que también surge en el ser humano la capacidad de respuesta al Amor, respuesta de fidelidad. Monseñor José Elías apuntó que es esto lo que hace que exista dinamismo en la Iglesia, que ella continué en la historia, por eso la alegría de los fieles, por eso la acción de gracias, por eso la unión en la oración.
Dios bendiga el papa Francisco, desde ya nos unimos en oración y fidelidad a su ministerio, que esperamos en Dios, sea de gran provecho para la Iglesia universal.
