Este martes 19 de marzo se ha celebrado la solemnidad de San José. San José es patrono de la Iglesia universal y también de nuestro seminario, así como del seminario Mayor “la Inmaculada”. Por eso, año con año, se celebra esta fiesta con mucha ilusión y devoción en ambos centros formativos. En este año la fiesta ha retomado la alegría presente en toda la Iglesia por la elección del nuevo Sumo Pontífice, el papa Francisco, que escogió este día para dar inicio de modo oficial a su pontificado. Por eso en horas de la madrugada un buen número de jóvenes seminaristas se ha levantado para presenciar por televisión la solemne Misa inaugural del pontificado de su Santidad, el papa Francisco. 

Por la mañana se ha tenido siempre el tiempo de clases y por la tarde, a eso del 1.30, se ha partido para las instalaciones del Seminario Mayor de la Inmaculada, en donde estaba programada la serie de actividades celebrativas en honor a San José. Cerca de las dos de la tarde dio inicio el tradicional Torneo San José. El Seminario Menor Pío XII, obtuvo el segundo lugar de tres equipos en contienda, el campeón del Torneo fue la selección de Teología del Seminario Mayor “La Inmaculada”. Fue, sin duda, un momento sano de diversión y de saludable ejercitación.

 La Santa Misa en honor a San José fue presidida por su Excelencia Monseñor José Elías Rauda Gutiérrez OFM, y concelebraron, el padre Rector del seminario Mayor, José Eduardo Chávez y el padre Gerardo Amado Juárez, formador del mismo seminario. En la homilía monseñor invitó a saber cuidar la vocación al igual que san José supo guardar a María y al niño Jesús con tanto amor y esmero. Monseñor también recordó algunos puntos de la homilía del Papa Francisco, en donde se remarcaba la idea del servicio, de la vocación que todo ser humano y, en particular de cada cristiano, a ser custodios de los demás y de la creación que Dios nos ha dado. Al final el señor obispo ha invitado a tener como modelo al santo del silencio y de la perenne acción. 

Una vez terminada la Eucaristía se ha orado con el santo Rosario, enriquecido con unas breves pero muy hermosas meditaciones y, posteriormente, se degustaron los sagrados alimentos que fueron un hermoso y delicioso obsequio de la comunidad Misioneros de Jesús de San Vicente. Durante la Cena acompañó el director nacional de esta comunidad, el conocido locutor de Radio Luz y presentador de canal 8, Andrés Lozano, aunque conviene decir que ahora se dedica de lleno a la comunidad Misioneros de Jesús (MDJ) presente en El Salvador. Además de él estuvieron el Reverendo Padre Adán Ramos, párroco de catedral, que es en donde tiene presencia dicha comunidad, así como el padre Walter Hugo, vicario parroquial de catedral. Durante la cena deleitaron con animosos cantos algunos hermanos y hermanas que pertenecen a la Comunidad Misioneros de Jesús de la parroquia Catedral, los cuales, con gran cariño y generosidad, nos trajeron los alimentos.

 La fiesta tuvo su cierre de oro con el acto cultural en honor a san José, en donde con cantos, dinámicas, reflexiones y actuaciones se ha honrado a tan gran figura de santidad. Iluminadoras fueron las palabras dadas por el padre Remberto Orlando Huezo, formador del seminario “La Inmaculada”, cuando a partir de algunas palabras del papa Francisco, invitó a luchar por ver en el compañero un verdadero don de Dios y de interesarnos los unos por los otros para no ser otros “caínes”, que en lugar de interesarse por el hermano lo mató y se desligó de su obligación con él. El padre también hizo eco de las palabras del papa Francisco cuando invitó a tener presente el amor y la ternura cristiana y a no verla como algo que afecta nuestra masculinidad y compromiso cristiano. En esta línea destacan las palabras del padre José Eduardo, quien invitó y remarcó el tema de avanzar en la humanidad para poder alcanzar el desarrollo espiritual, porque “entre más humano somos, en el buen sentido de la palabra, más divinos podemos ser” acotó. 






En cuanto a las breves obras actuadas podemos remarcar el empeño de los seminaristas de bienio filosófico y del Año Propedéutico, que con sencillez pero mucho esmero nos dieron luz para valorar la grandeza de vida que forjó san José. El Año Propedéutico, representó la obra “A la sombra del Padre” de Jan Dobraczynski, fue una acomodación y puesta en escena para esta especial ocasión. En ella se destaca el papel de san José en la historia de la salvación y concretamente en la vida de Jesús y María. Al final, seminaristas, tanto menores y mayores, tuvieron la oportunidad de tomarse una foto para el recuerdo y la historia. Que el Señor siga dando sacerdotes a la Iglesia, y que los dé según las cualidades de san José: hombre humilde, lleno de fe, casto, obediente, y, sobre todo, fiel custodio del otro y cumplidor del plan de Dios en su vida. 
 




EL PAPA NOS DICE

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